ROLES EN EL MATRIMONIO
Hace poco hubo un, digamos, escandalo, alboroto, se alarmaron por lo que el Chicharito dijo, hasta la presidente dijo algo en su contra; le dieron más importancia de la que tenía y a otros actos que sucedieron casi a la par y que sí tenían relevancia, los minimizaron; en lo personal considero que este futbolista, no está del todo equivocado, quizás usó un mal juego de palabras, pero hay que reconocer que tiene razón; aunque hoy día no todas las mujeres tienen el privilegio de tener a un hombre proveedor y/o responsable a su lado. Están dándole un mal enfoque al feminismo, estoy de acuerdo que las mujeres podemos hacer cosas igual o incluso mejor que los hombres; pero, como escuche en un video, nosotras tenemos la ventaja de elegir hacerlo o no; si nosotras podemos cambiar un foco, por ejemplo, un hombre puede lavar los trastes; cada uno fue diseñado de forma diferente, y por mucho que algunas mujeres quieran ser o igualarse a los hombre y viceversa, deben entender que no somos iguales, en muchos aspectos, y por mucho que se operen jamás de los jamases seremos iguales, aunque, ante la ley, sí deberíamos ser tratados igual, por ejemplo, un padre debe tener los mismos derechos o posibilidades de obtener la custodia de sus hijos que una madre; un hombre debería participar en las labores del hogar, no porque seamos iguales, sino porque también vive en esa casa, la ensucia y debería ser parte de su sustento y cuidado, entre otras cosas, y porque no le va a pasar nada si lo hace, pero, si no lo hace, quizás sí pase, digo, todo puede suceder, nunca se sabe; pero no en todo somos iguales ni deberíamos ser tratados igual, hay que entender y aceptar esas diferencias, incluso amarlas, pues hasta Dios dijo; que a la mujer se le debe tratar como el vaso más frágil, por algo lo dijo; pero bueno, ese no es el tema a tratar, así que volvamos al tema.
En la antigüedad la mujer se quedaba en casa, atendía a los niños, las labores domésticas, cocinaba, y muchas otras cosas más, pero en casa; a fin de que, cuando el marido llegara, encontrara todo limpio, en orden y comida caliente en la mesa, como se consideraría, toda una buena ama de casa; ellas no salían a trabajar, no ganaban un sueldo, dependían 100% de su esposo; si escogían a uno proveedor les iba bien, dentro de lo que cabe, pero si no, ups, no les iba nada bien, pero ahí permanecían, aguantando, porque era tal su dependencia al marido tanto económica, como emocionalmente; de alguna manera dependían tanto de él, por lo que no se atrevían a dejarlo por miedo a no saber cómo se sostendrían o qué harían sin él, aunque este, no les proporcionara ni siquiera lo básico; a veces decían que por los niños, no se daban cuenta que ellos estarían mejor si se hubiesen ido; pero en fin, volviendo a los roles de la antigüedad, el hombre se encargaba de salir a trabajar, ganarse el pan de cada día, proveer, de suplir económicamente, algunos hacían reparaciones en casa, pero, nada que tenga que ver con las actividades que le correspondían, según ellos, exclusivamente, a la mujer; creo que era o es un rol equitativo, él provee, ella se encarga del hogar, es, hasta cierto punto, justo, creo yo, no sé ustedes.
En la actualidad muchas parejas siguen teniendo ese rol, no digo que este mal o sea anticuado, para nada, en absoluto, cada pareja se organiza y hace sus tratos como mejor les convenga o parezca, como mejor se acomoden y claro que es válido, si les funciona, que genial; si tienen ese privilegio de que un solo sueldo les alcance, pueden y tienen la opción de quedarse en casa, si así lo quieren, de no tener que trabajar fuera, por qué no, aprovéchenlo; pero si no, pues es ahí cuando se opta por que ambos trabajen; si es así, lo justo es que, si ambos aportan económicamente, ambos deben ayudar también con las labores del hogar; si ambos trabajan, ambos deberían suplir sus necesidades mutuamente; si los dos gastan y/o se endeudan, es justo que los dos paguen; ambos deben hacerse responsables tanto de las labores de la casa como de proveer, pagar las cuentas, hacer las compras, etc., etc., etc., ya sea que uno o los dos trabajen, pues hay cosas que se deben hacer sí o sí.
Hoy día ya no se puede catalogar a las labores del hogar como exclusivas de las mujeres, porque no es así, no se les caerá las manos por barrer, trapear, limpiar, etc., no les va a pasar nada, en serio que no; digo, si a las mujeres, que se supone, somos el sexo débil, no nos pasa nada por salir a trabajar y ganar un sueldo a ustedes tampoco les afectara cocinar, lavar trastes, etc.; hay mujeres que no tienen opción, deben trabajar y hacerse cargo del hogar; hay otras que trabajan por gusto, pues eligieron bien y les toco un hombre en toda la extensión de la palabra y no solo alguien del sexo masculino (hmmm ,creo que se me acaba de ocurrir otro tema); hay otras que deben trabajar, no tanto por gusto, pero su esposo también ayuda en casa o mínimo no les exige, eso ya es ganancia; otros son más exigentes, al grado de que se les considera o cataloga como machistas, quizás no al 100% pues permiten que su mujer trabaje, pero, no les importa si llega cansada, igual o más que ellos, incluso aunque lleguen al mismo tiempo, ellos quieren casa limpia, comida hecha, ropa planchada, en fin, con estos, definitivamente, no estoy de acuerdo, digo, no se pasen; lo más equitativo, como mencione antes, es que si ambos trabajan, ambos aportan, entonces ambos deben colaborar en casa; si ambos trabajan pero solo uno aporta, entonces el que no lo hace debería hacerse cargo de las labores del hogar o, mínimo, en su mayoría; si solo él trabaja, ella debería asumir la responsabilidad de la casa; en ocasiones los papeles se invierten, y es a ella, por la razón que sea, a quien le toca trabajar y a él quedarse en casa y hacerse cargo de todo lo que eso implica; sea como sea que se acomoden, apliquen lo que se consideraría “trabajo en equipo”, porque eso es precisamente un matrimonio, un equipo; así que sean justos con sus parejas, sean equitativos, nunca se digan “eso te corresponde por ser mujer” o “eso te toca por ser hombre”, no, eso ya no aplica; aunque hay cosas que un hombre de verdad no dejaría que su esposa hiciera, aun sabiendo que puede hacerlo.
En fin, las labores del
hogar, nunca se acaban; pero el dinero, sí y nunca deja de ser necesario; cómo
hacerlas o conseguirlo no depende de si eres hombre o mujer, es más bien de,
qué tan responsables somos y de hacer lo que nos corresponde para cubrir ambas
y más. O ¿me equivoco?
Totalmente de acuerdo, parece que el problema es que nadie respeta la forma de ser, pensar y actuar de los demás
ResponderBorrarConcuerdo completamente! Es un trabajo en equipo, ambos viven ahí, ambos ensucian, ambos deben de colaborar
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